martes, 26 de mayo de 2009
Un día deje caer una lágrima en el océano,
el día en que la encuentre
será el día en el que mi corazón
empezara a amar de nuevo,
pues ahora ni un soplo, ni un respiro,
me alimenta, me inspira,
me excita, me perturba o me tranquiliza…
Solo apiádate de mi, abrázame,
Tómame en tus manos, que me tocan,
me hablan, me llevan y me hacen tierna,
no dejes de hacerlo cada segundo
que pasa siento perder la noción del tiempo
y ahora al ver el mar distingo una mirada parecida a la tuya.
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